El impulso siempre es violento. Sea bueno o malo, siempre es violento porque no incluye el pensar, el armar una frase y tener tiempo para cambiar las palabras "fuertes" por suaves y eso también está bien. El impulso muchas veces tiene más verdad en sí de lo que pensamos... el impulso es pura verdad, de hecho.
Y está bien, yo no soy tan amiga de los impulsos porque suelen llegar a malos términos, pero tenemos que empezar a respetar el impulso como verdad también.
Y nada, volví al blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario